Una experiencia de masovería

En Febrero de 2010 se llevó a cabo un acuerdo en el que la Asociación Neorrural se comprometía a  efectuar el arreglo de un agujero y gotera en el salón y de pintar el interior de una casa de un pueblo de la Región de Murcia a cambio de que varios de sus miembros pudiéramos vivir allí por un año.


Después de firmar el contrato se nos hizo entrega de las llaves de la casa y comenzamos a vivir allí al mismo tiempo que nos poníamos manos a la obra. Después de examinar y comprobar la tubería del desagüe de la terraza llegamos a la conclusión de que la gotera no provenía de la misma si no que se debía a filtraciones del suelo de la terraza. Así, conseguimos pintura de caucho y le dimos varias capas al suelo de la terraza, lo más densas posibles para que la impermeabilización fuera más eficiente y duradera no sin antes cementar la zona de la cazoleta del desagüe para evitar posibles filtraciones en un sitio tan susceptible. Así, la impermeabilización de la terraza con pintura de caucho ha sido un éxito, eso sí, por experiencia recomendamos dar las capas sin añadir agua a la pintura. Probablemente será una opción más estética y económica que la aparatosa tela asfáltica.

Con la terraza ya arreglada nos comimos unas migas el día de la reforestación.


Con esto hecho, ya estábamos listos para empezar a enyesar el agujero del salón, para lo cual había que conseguir una consistencia adecuada para que el yeso se pegara en el techo y no se cayera al suelo por la gravedad. Para ayudarnos con ello, antes de aplicar el yeso, rellenamos el agujero con esparto seco y así era más fácil que se quedara pegado. Al final el acabado fue todo un éxito tras pintarlo.

Enyesando el agujero.
Antes de empezar con la pintura del interior del inmueble nos dedicamos a rascar el gotelé de las estancias donde se había acumulado humedad, lo cual se convirtió en una actividad tediosa. Nos fue bastante mejor si había una persona que se dedicara a humedecer la pared con agua caliente antes del rascado. Puede que una vaporeta fuera de ayuda en tal empeño pero nosotros no disponíamos de ninguna. Si alguien sabe de trucos para hacer esto más rápido o ha probado lo de la vaporeta que no dude en comentarlo en este post.



Conforme íbamos terminando de rascar estancias las pintábamos con pintura natural y ecológica que fabricamos artesanalmente con los siguientes ingredientes:
-tierra escogida del color deseado y tamizada para usarla de pigmento (pueden comprarse en tiendas especializadas pigmentos de colores más difíciles de encontrar )
-jugo de palera dejado reposar con sal al menos una noche (en la zona había muchas paleras de higos chumbos así que cortamos algunos trozos, los troceamos y pusimos en agua caliente para sacar este jugo)
-yeso como fijador (se puede usar cal hidráulica, cal aérea, aceite vegetal o cerveza para este mismo propósito, depende que material tengas a mano).

La densidad de la mezcla debe ser muy parecida a la de la pintura plástica, por lo que hará falta añadir mucho pigmento (tierra) y el agua muy poco a poco. El efecto obtenido fue un color terroso que será de tono más intenso si utilizamos menos yeso o cal, aunque si usamos cerveza o aceite vegetal es probable que no afecte a la intensidad del tono. Alguien me dijo que también se podía usar vinagre. No os quedéis sin contarnos vuestras experiencias.

Al final elegimos un tono entre granate y marrón para la pared más iluminada del salón, un amarillo algo anaranjado para la más oscura. Respecto a la habitación de la chimenea un amarillo crema y un crema para el pasillo. Al propietario le encantó y vino a hacer fotos a los colores que empleamos para quizás usarlos en su otra casa.
Trabajando duro en el salón, rasca que te rasca.

El salón terminado. Apréciese la combinación de colores que elegimos.
La habitación de la chimenea recién pintada.
Otro de los frentes abiertos en la rehabilitación de la casa fue el de la habitación de la terraza, la cual acondicionamos esta vez con pinturas plásticas. La gran diferencia entre una y otra es que la pintura plástica no deja transpirar a la pared, que acumula humedad y produce los horribles desconchados, y desprende efluvios tóxicos, cosa que no ocurre con la ecológica. Sin embargo, decidimos utilizar la plástica en esta ocasión porque es muchísimo más rápido que tener que fabricar pintura, nadie iba a dormir en la habitación de la terraza, por lo tanto no se sufre tanto la toxicidad de la pintura y nos habían regalado los botes gente de la RAMA, una red de mutuo apoyo a la que la Asociación Neorrural pertenece.
La pinta que aquello tenía cuando llegamos.

Manos a la obra con la pared amarilla. Apréciese la combinación de colores.



La variedad amarilla. Tenemos también verde, totanera, buttercup, dulce de horno...

Por otro lado, una parte muy importante de nuestra experiencia de masovería fue la cesión de dos bancales para cultivo ecológico. Después de andar unos meses por el pueblo y hablar con sus gentes encontramos dos personas que tenían tierras de cultivo en desuso y que no les importaba dejarnos cultivar en ellas. Lo mismo pasó con un invernadero de una asociación de consumidores y productores de alimentos ecológicos del que se nos dejó hacer uso para los semilleros. Empezamos tarde y sin mucha planificación debido al lío de rehabilitar la casa y de vivir dentro de una obra en progreso, todo lleno de herramientas, pintura, paredes recién pintadas y demás. A pesar de ello fue una de las experiencias más enriquecedoras y conseguimos plantar un poco de todo con tanto éxito que los huertos llegaron a proporcionarnos todas las hortalizas que necesitáramos comer durante varios meses. Incluso al final tuvimos un excedente de calabazas.



      Nuestros deliciosos tomates variedad Bombilla.                    Las berenjenas blancas tienen la piel más fina.

El Huerto del Nogal.  



                                                                                                                                                       

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